
NR vs NMN Parte III: Estudios clínicos olvidados | Artículo de investigación
Este artículo es la continuación de NR vs NMN Parte I-III: El duelo silencioso en el anti-envejecimiento | (lifexpan.eu)
La evidencia recopilada pinta un panorama matizado sobre el papel de NAD⁺/NR en la longevidad. Por un lado, existe un fundamento biológico sólido: NAD⁺ es un cofactor central cuyo declive con la edad parece contribuir al deterioro celular; reponer NAD⁺ activa vías pro-longevidad (sirtuinas, reparación de ADN, autofagia) similares a las desencadenadas por la restricción calórica . El NR, como precursor vitamínico, efectivamente logra aumentar NAD⁺ en tejidos humanos, algo demostrado repetidamente. Además, los resultados más consistentes de los estudios –como la reducción de inflamación sistémica– encajan con teorías actuales del envejecimiento, donde la “inflamación crónica de bajo grado” (“inflammaging”) es un factor de riesgo para múltiples enfermedades. En ensayos clínicos, la suplementación con NR ha mostrado disminuir citocinas proinflamatorias (IL-6, IL-8, TNF-α) y modular vías metabólicas de la insulina , lo cual sugiere un efecto geroprotector sutil: podría ayudar a mantener un perfil bioquímico más “juvenil” en individuos de edad avanzada.
Asimismo, ciertos resultados funcionales en humanos aportan optimismo. Por ejemplo, mejorar la capacidad de ejercicio en pacientes con arteriopatía periférica (un aspecto de healthspan o vida saludable) es clínicamente relevante – implica potencialmente mayor independencia y menor discapacidad en ancianos . La mejora observada con NR en esa población, aunque modesta, es notable considerando que pocas terapias logran incrementar la tolerancia al ejercicio en EAP. De igual modo, en pacientes con EPOC, reducir la inflamación pulmonar podría traducirse en menos exacerbaciones y declive más lento de la función respiratoria . Son beneficios específicos que, si se confirman en estudios mayores, posicionarían al NR como un coadyuvante valioso en medicina geriátrica, más que como un suplemento anti-edad general para toda la población.
Por otro lado, los hallazgos obligan a reconocer limitaciones importantes.
En primer lugar, ningún ensayo en humanos ha demostrado aún que NR prevenga efectivamente enfermedades relacionadas con la edad (ej. infartos, demencia) o extienda la vida. Muchos estudios miden marcadores intermedios (biomarcadores sanguíneos, medidas funcionales a corto plazo) pero no desenlaces clínicos duros. Incluso los efectos observados –por ejemplo, mejor perfil inflamatorio o lipídico– suelen ser de magnitud relativamente pequeña. Esto coincide con la evaluación de Damgaard & Treebak (2023): actualmente, la evidencia de beneficios tangibles en humanos es débil o preliminar . Además, varios estudios bien controlados no encontraron mejoras en parámetros metabólicos críticos: p. ej., ni la sensibilidad a la insulina ni la función mitocondrial muscular cambiaron significativamente tras semanas de suplementación con NR en adultos con sobrepeso . Esto sugiere que, fuera de situaciones de deficiencia o estrés, elevar NAD⁺ puede no alterar sustancialmente la homeostasis en personas sanas de mediana edad. De ahí que algunos científicos califiquen al NR más como una “vitamina energizante” que como una verdadera terapia antienvejecimiento – útil para corregir estados de NAD⁺ bajos (envejecimiento, enfermedades, fatiga crónica) pero sin efecto extra cuando NAD⁺ ya es suficiente.
Una segunda consideración es la posibilidad de efectos no deseados o riesgos.
El estudio de Goun et al. alerta que potenciar el metabolismo celular indiscriminadamente podría ser dañino en presencia de células pre-malignas o malignas . Este hallazgo se alinea con un principio básico de la biogerontología: intervenciones pro-juventud podrían también acelerar procesos patológicos si esos procesos (como el cáncer) se benefician de las mismas vías metabólicas. Afortunadamente, hasta ahora no hay indicios de que la suplementación moderada de NR incremente incidencia de cáncer en humanos, pero será importante evaluar seguridad a largo plazo, especialmente en individuos con antecedentes oncológicos familiares o lesiones precancerosas. Del mismo modo, dado que NAD⁺ participa en la respuesta inmunitaria (vía enzimas como CD38, SARM1, etc.), su elevación sostenida podría tener efectos imprevistos en inmunosenescencia o autoimunidad – campos que requieren más investigación.
Otro tema en discusión es la comparación con otros precursores de NAD⁺.
El NR compite, por así decirlo, con el NMN (mononucleótido de nicotinamida) y la niacina como formas de elevar NAD⁺. Algunas investigaciones sugieren que el NMN podría elevar NAD⁺ de forma más directa en ciertos tejidos (al ser un paso más cercano que NR en la ruta de salvamento) . De hecho, Japón aprobó recientemente el NMN como alimento funcional anti-edad, mientras que en EE. UU., curiosamente, la FDA vetó su venta como suplemento (por estar en estudio farmacéutico), quedando el NR como la opción legal disponible. Hasta la fecha, los resultados en modelos de longevidad de NMN y NR son similares, y ambas moléculas parecen converger en efectos comparables al convertirse finalmente en NAD⁺. No obstante, el NMN podría tener dificultades de absorción intestinal directa, dependiendo en parte de su conversión a NR para entrar a las células. Por lo tanto, la elección entre NR o NMN como suplemento sigue evaluándose; futuros ensayos comparativos podrían esclarecer si uno tiene ventajas sobre el otro en eficacia o seguridad.
New study shows promising results for COPD treatment | ScienceDaily
En cuanto a aplicaciones clínicas presentes y futuras, el NR ya se está probando en diversas patologías relacionadas con la edad. Por ejemplo, se investiga en Alzheimer temprano y deterioro cognitivo leve (esperando mejorar metabolismo cerebral), en Parkinson y otras enfermedades neurodegenerativas (por sus efectos neuroprotectores vistos en modelos animales) , en insuficiencia cardíaca (para reforzar el metabolismo energético del miocardio) , y en síndrome de fatiga crónica o fragilidad en ancianos (buscando incrementar niveles de energía percibida). También se evalúa su combinación con otros nutracéuticos: NR junto con resveratrol (polifenol activador de sirtuinas) o con quercetina (senolítico suave) para ver si hay sinergias en mejorar la salud en la vejez. Un área particularmente interesante es el uso de NR en situaciones agudas de daño tisular: un estudio en pacientes con lesión renal aguda evaluó NR + pterostilbeno durante pocos días, encontrando indicios de mejoría en marcadores renales sin efectos adversos . Esto sugiere que, más allá de la longevidad, NAD⁺ podría apoyar la resiliencia ante lesiones o estrés (ayudando a células a reparar daños más rápido). No obstante, todos estos potenciales clínicos requieren validación en ensayos controlados más amplios.
Finalmente, cabe destacar el progreso tecnológico en torno al NR: mejorar su estabilidad y biodisponibilidad. El NR puro es químicamente inestable (su enlace glucosídico puede romperse con facilidad) , lo cual planteaba desafíos para su manufactura y almacenamiento. La introducción de formulaciones como NR estabilizado con borato (NR borato) – que previene su degradación hasta el momento del consumo – es un avance que garantiza que las dosis ingeridas contengan el compuesto activo intacto . Aunque el borato se disocia rápidamente en el organismo y el NR resultante actúa igual que el convencional, esta innovación puede traducirse en suplementos más confiables y efectivos. A medida que se optimizan estos aspectos farmacéuticos y se reducen costes, es posible que veamos al NR incluido en estrategias preventivas de salud pública para población envejecida (por ejemplo, formando parte de complementos nutricionales para adultos mayores, junto con vitamina D, B12, etc., si la evidencia de beneficios se fortalece).
La discusión actual sobre NAD⁺/NR y longevidad
En síntesis, la discusión actual sobre NAD⁺/NR y longevidad refleja un equilibrio entre expectativas e incertidumbre. No hay duda de que NAD⁺ es crucial en la biología del envejecimiento y que reponerlo aporta ciertas mejoras a nivel celular y en modelos de enfermedad. Sin embargo, traducir eso en años de vida saludables adicionales es un desafío mayor de lo que inicialmente se pensó. El NR no debe verse como un sustituto de hábitos probados (dieta, ejercicio, control de factores de riesgo) sino potencialmente como un complemento en un enfoque multidimensional de envejecimiento saludable. Futuras investigaciones dirán hasta dónde puede llegar su contribución, ya sea pequeña (mejorar algún aspecto de calidad de vida) o más amplia (retrasar la aparición de varias patologías a la vez). Por ahora, la comunidad científica se mueve cautelosamente optimista: continuando estudios pero comunicando al público que, si bien los “boosters” de NAD⁺ son prometedores, no existe atajo mágico contra la vejez, y cualquier intervención debe evaluarse rigurosamente en cuanto a beneficios y riesgos reales.
Conclusiones que vemos
La exploración científica de la nicotinamida ribósido (NR) como herramienta para promover la longevidad ha producido resultados mixtos pero informativos. En la columna de los avances, se confirma que podemos aumentar los niveles celulares de NAD⁺ de forma segura en humanos, lo cual abre la puerta a modular procesos del envejecimiento desde la bioquímica fundamental. Estudios recientes mostraron mejoras en indicadores de salud en poblaciones envejecidas – desde menor inflamación pulmonaria y mejor capacidad de ejercicio, hasta cambios favorables en biomarcadores cerebrales relacionados con Alzheimer . Estos hallazgos respaldan la idea de que mantener la homeostasis de NAD⁺ podría ayudar a ralentizar ciertos aspectos del deterioro relacionado con la edad, contribuyendo a un envejecimiento más saludable (healthspan).
Sin embargo, la evidencia hasta la fecha no garantiza milagros: el NR no ha extendido la vida máxima en organismos de laboratorio ni ha demostrado aún prevenir enfermedades del envejecimiento en ensayos clínicos largos . Sus efectos benéficos, aunque reales, parecen circunscribirse por ahora a mejoras modestas en metabolismos debilitados o estados inflamatorios, más que a revertir el envejecimiento en sí. Además, emergen matices importantes de seguridad y contexto – elevar NAD⁺ podría ser contraproducente en presencia de células malignas activas, por ejemplo , recordándonos que incluso intervenciones “naturales” deben evaluarse con el mismo rigor que un fármaco.
Fuente- Over-the-counter supplement improves walking for peripheral artery disease patients | ScienceDaily
En conclusión, el NR representa una de las fronteras interesantes en la ciencia de la longevidad: un modulador metabólico con base fisiológica sólida y con primeros indicios de utilidad en humanos, pero que no opera en el vacío ni en forma omnipotente. Probablemente encontrará su nicho óptimo como parte de estrategias integrales de salud (p.ej., en población mayor con fragilidad o en combinación con otras terapias geroprotectoras). Aún se necesitan ensayos clínicos más amplios y de mayor duración para determinar con claridad quiénes se benefician más de la suplementación con NR, cuáles son las dosis óptimas y si existen efectos acumulativos a largo plazo (buenos o malos). Igualmente, el seguimiento cercano de marcadores de seguridad seguirá siendo crucial conforme más personas utilizan estos suplementos en la vida real.
En la encrucijada actual entre promesa y precaución, el mensaje es doble: mantener el entusiasmo informado – continuando la investigación y la innovación en NAD⁺/NR dado su potencial – y a la vez gestionar las expectativas – comunicando honestamente lo que la ciencia respalda y lo que aún es desconocido. Así, avanzaremos hacia intervenciones basadas en evidencia que realmente ayuden a las personas a envejecer con mayor salud y vitalidad, objetivo último de la medicina de la longevidad.
Si buscas un NR puro...
El más puro del mercado LifeXpan® NR PURO 60